miércoles, 18 de diciembre de 2013

BAJA EL INTERRUPTOR DE LA GORDURA

El azúcar es un alimento saludable. Después de todo, no contiene grasa, da energía instantánea y mejora el sabor de prácticamente cualquier comida. Pero todos estos atributos son despedazados con un hecho fisiológico: el azúcar engorda. Este argumento puede parecer determinante, pero al entender por qué, puedes minimizar el daño causado por el azúcar creando un cuerpo resistente y saludable. Comer azúcar equivale a activar un interruptor que le indica a tu cuerpo que es momento de almacenar gordura. Y es que se encuentra en todos lados -no únicamente en los refrescos, dulces y postres. Está disfrazado en carbohidratos refinados como en el pan, el arroz, la pasta e incluso en la cerveza o la leche. Y tu cuerpo es incapaz de notar la diferencia y rápidamente digiere y absorbe todos los azúcares en el torrente sanguíneo en forma de glucosa. Esto significa que la mayoría de los hombres consumen el equivalente a una dieta alta en azúcar, incluso cuando hayan renunciado a lo dulce. Un ejemplo: durante la digestión, una rebanada de pan blanco se convierte en glucosa con el equivalente a cuatro cucharadas de azúcar.

Y aquí está lo que sucede: cada vez que comes azúcar, el nivel de glucosa de tu sangre se eleva de manera peligrosa. Como respuesta, se estimula la liberación de insulina, una poderosa hormona que le indica a tu cuerpo que ya ha llegado el momento de almacenar grasa.

También existe una dosis de respuesta: mientras más azúcar consumas a cualquier hora, resultando en un gran aumento de glucosa en la sangre y, por consecuencia, de insulina, tu cuerpo permanecerá por más tiempo en el modo de engordar, almacenando grasa.
Desde luego, puede ser que no estés listo para renunciar a los sandwiches, el arroz frito y el espaghetti. Pero utiliza las estrategias que te presentamos a continuación y disminuirás la tasa de azúcar absorbido por tu torrente sanguíneo. La recompensa: disminuirás el impacto que cualquier comida tiene sobre tus niveles de glucosa -además de la capacidad que tiene tu cuerpo para quemar grasa Considéralo como un control nutricional de daños. Y los beneficios se extienden más allá de la fisiología o del metabolismo de la grasa. Investigaciones demuestran que mantener los niveles de glucosa a raya disminuye el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiacas y cáncer. Y esto no es parte de una exagerada publicidad llevada a cabo por la industria de la mercadotecnia, sino una realidad científica.

EVITA LAS BARRAS DE GRANOLA
Científicos de la Universidad de Ohio estudiaron los efectos de tres barras de energía que contienen variadas cantidades de carbohidratos (baja, moderada y alta) en la glucosa de 20 personas. Si quieres un bocadillo conveniente, evita, sobre todo en el desayuno, barras para mejorar tu desempeño -están llenas de azúcar. En su lugar, escoge productos como los de Atkins Advantage, que contienen sólo 21 gramos de carbohidratos.

EMPAPA TUS ENSALADAS CON VINAGRETA
En un estudio, investigadores suecos observaron que cuando las personas consumían dos cucharadas de vinagre con tres rebanadas de pan blanco, sus niveles de glucosa eran 23% menores que cuando comían solamente el pan; además, se sentían más llenos. El crédito se lo lleva el ácido acético, componente primario del vinagre, el aliño y los productos encurtidos.
El consejo: pide una orden extra de pepinillos en tus sandwiches e inicia una comida alta en carbohidratos con una guarnición de ensalada mezclada con una base de aliño con vinagre, como puede ser la vinagreta italiana. También puedes hacer tu propio condimento de vinagre y aceite de aliño, batiendo lentamente dos cucharadas de aceite de oliva en un tazón que contega dos cucharadas de vinagre rojo o blanco. Es realmente sencillo.

PÍLDORA DE FIBRA
Investigadores taiwaneses descubrieron recientemente que tomar 1.2 gramos de glucomannan -una fibra soluble hecha a base de la raíz japonesa konjac- entre 30 y 40 minutos antes de ingerir pan tostado blanco, te ayuda a reducir en un 28% la glucosa en la sangre dos horas después, comparado con quienes no consumen ningún suplemento de fibra.
Aún mejor, cuando las personas toman la misma cantidad de glucomannan antes de cada comida tres veces al día, reducen el colesterol maligno un 21% en únicamente cuatro semanas. Busca la glucomannan en su forma natural; una porción contiene dos gramos de fibra, una cantidad segura y efectiva para ser consumida de 15 a 30 minutos antes de ingerir cualquier tipo de comida.

CUIDADO CON LA CAFEÍNA
Investigadores canadienses descubrieron que los hombres que consumieron cafeína equivalente a 1 o 2 tazas de café una hora antes de una comida rica en azúcares, posteriormente experimentaban un aumento del 16% en los niveles de glucosa de la sangre, comparados con quienes consumieron un placebo libre de cafeína. Un punto importante: cuando no se encuentra emparejada con el azúcar, la cafeína incrementa la tasa en que tu cuerpo quema grasa. Por lo tanto, en la medida de lo posible, tómate el café pero sáltate las rosquillas, los bizcochos y las galletas. Opta por comidas tipo desayuno, como huevos o frutas: tienen menor o ningún efecto sobre la glucosa al interior del torrente sanguíneo.

AGREGA METAL A TU DIETA
En estudios, científicos suizos administraron a hombres una dosis simple de 400 microgramos de picolinato de cromo antes de una comida alta en carbohidratos. Subsecuentemente, los niveles de glucosa en la sangre eran 23% más bajos que cuando hicieron la misma comida pero sin recibir el suplemento del metal. Puedes intentarlo tú también, pero asegúrate de que el nombre mineral incluya picolinato; el compuesto contiene la dosis de cromo que tu cuerpo fácilmente puede utilizar. Y no intentes duplicar la dosis: los investigadores encontraron que 800 microgramos no resultaban más efectivos que 400.

DESPIÉRTATE CARGANDO FIERROS
Científicos de la Universidad de Siracusa descubrieron que una sesión simple de levantamiento de pesas reduce en un 15% el efecto de la glucosa en la sangre, producto de una comida rica en azúcar, hasta 12 horas después del ejercicio. La razón más probable: el ejercicio agota las reservas de combustible de los músculos (almacenadas en la glucosa, conocida como glucógeno). Para asegurarte de que estés repleto de energía para tu próximo ejercicio, tu cuerpo impulsa de inmediato cualquier tipo de glucosa a tus músculos, donde se guardará para usos futuros, ayudando así a reducir tus niveles de glucosa en la sangre. Por lo tanto, mientras los niveles de glucógeno no hayan sido repuestos, lo que puede tomar muchas horas, las comidas ricas en azúcares no serán dañinas. Y como los ejercicios aeróbicos también requieren del glucógeno, puedes esperar un efecto similar luego de tu sesión cardiovascular.

PRUEBA UN SUPLEMENTO NATURAL
Cuando investigadores de la Universidad de Scranton administraron 1.500 mg de extracto de Phaseolus Vulgaris (derivado de los frijoles de semilla blanca) a estudiantes involucrados en un estudio antes de una comida rica en azúcares, el nivel de glucosa en la sangre de los sujetos era 57% más baja dos horas después de la ingesta, en comparación con los estudiantes que recibieron un placebo. Mecanismo: la Phaseolus Vulgaris inhibe la enzima que colapsa los carbohidratos rígidos en tus intestinos.


Fuente: Men’s Health


LA FIBRA. DIETÉTICA Y ALIMENTARIA.

La fibra de los alimentos, que no se pueden absorver para la nutrición, es tan útil como los alimentos en si.
Como que la naturaleza nos da un mensaje que todo es útil en la vida. Claro, todo en su justa medida como veremos en este artículo.

La salud, es un tema muy determinante en el proceso de vida y sobre todo en la calidad de esta, pues como se dice “cuando la salud tiene la llave de tu cuerpo, ni la enfermedad entrará por las rendijas”; es por esto que un buen balance alimenticio nos ayuda a estar sanos y más aún si conocemos todo acerca de las fibras alimentarias.

La fibra alimentaria, es un alimento que no se digiere ni se absorbe pero contribuye mucho a nuestro bienestar, y no siempre se pueden ver a simple vista.
Dentro del concepto químico las fibras alimentarias son moléculas que se encuentran en las paredes de las células vegetales.

Por otro lado se debe conocer que en una dieta el consumo de fibras debe estar de 20 a 30 gramos por día, ya que su exceso puede originar problemas gastrointestinales.
Debe procurarse una forma de alimentarse con el 60 a 70 % de frutas, verduras y alimentos integrales. El 40 a 30 % de los otros nutrientes en diversos periodos del mes, del año o de la vida. Eso regularizará las necesidades de fibras y el mejor funcionamiento permanentemente.
Es como una limpieza natural que le podemos dar a nuestro cuerpo de por vida.

Tipos de Fibras Alimentarias

Las fibras alimentarias presentan dos tipos:
Fibras solubles:se caracterizan por retener agua lo que origina que formen geles viscosos. Esta fibra la encontramos en frutas, verduras y legumbres, y son muy usadas en espesantes.
Fibras insolubles: se caracterizan por retener poca agua y la falta de hinchazón. Esta fibra las podemos encontrar en : frutas, hojas, cascaras de granos y en todos los cereales. Por otro lado cumple la función de limpiar las paredes del intestino, facilitando las deposiciones y evitando de esta manera el estreñimiento.
Desde el punto de vista de la fermentación, las fibras se clasifican en:
Poco fermentables: Son fibras ricas en celulosa que son muy resistentes a la degradación bacteriana del colon.
Muy fermentables:  Son fibras ricas en hemicelulosas, que son degradadas por la flora del colon.

Características de las fibras alimentarias
La fibra alimentaria es invulnerable a la digestión, por lo que no puede ser degradada por las enzimas digestivas del organismo.
La fibra alimentaria tiene capacidad de absorber y retener agua, ya que es una sustancia osmóticamente activa.
Las fibras presentan tipos de sustancias que permiten su liberación de otras fibras, y son los siguientes:

Función de las fibras
Absorben el agua.
Ayudan a eliminar el estreñimiento.
Aceleran la buena circulación intestinal.
Eliminan el colesterol.
Eliminan las sales biliares.
Reducen la cantidad de glucosa.
Reducen los ácidos grasos en la sangre.
Eliminan sustancias cancerígenas.
Reducen la cantidades de alimentos ingeridos.
Estimula la salud intestinal.
Ayuda a la higiene bucal.

Componentes de la fibra alimentaria
Los beneficios que presentan las fibras son varios y a su vez contiene compuestos como:
Celulosa: Presente en harina y verduras
Hemicelulosa: Se encuentra en salvado y granos enteros de diferentes cereales.
Sustancias Pécticas: Se encuentran en la piel de frutas o en la pulpa de otros vegetales como los cítricos y la fresa.
Almidón resistente: Presente en tubérculos tales como la papa o patata y semillas.
Inulina: Se encuentra en el ajo, cardo y alcachofa y es soluble en el agua.
Gomas:  Son fibras soluble.
Mucílagos: Se encuentran en ciertas algas y forman parte de las fibras solubles.
Beneficios de la fibra alimentaria
El ingerir alimentos ricos en fibra alimentaria puede aliviar diferentes enfermedades cono:
Estreñimiento: Pues su efecto más conocido es el de facilitar la defecación. Por lo tanto, un contenido moderado de fibra en la alimentación es fundamental para aliviar el estreñimientos.
Diverticulosis: Enfermedad relacionada a  la aparición de pequeñas bolsas en las paredes del colon o intestino grueso.
Obesidad: enfermedad relacionada con la hipertensión arterial y  muchos tipos de cáncer, entonces las dietas ricas en fibra poseen menos calorías y facilitan la ingestión de menor cantidad de alimentos ya que alargan el tiempo de masticación.
Cáncer de colon y recto: el efecto está en la dieta en general, es decir consumo de vegetales reducidos en grasas.
Diabetes mellitus: la fibra alimentaria controla  la glucemia, disminuyendo las concentraciones plasmáticas de grasas o lípidos en los diabéticos.
Hipercolesterolemia: la ingesta de fibra proporciona una menor absorción de colesterol, lo que conlleva a la prevención y tratamiento de las afecciones caracterizadas por niveles elevados de colesterol en sangre

¿Cuánto consumir de fibra diariamente?
Para cumplir con la ingesta diaria de 30 gr. de fibra deberíamos ingerir al día:
150 gr. de vegetales,
50-60 gr. de pan integral
50 gr. de legumbres
2 frutas
Por otro lado al consumir fibras se debe aumentar la cantidad de agua a ingerir, ya que las fibras tienden a consumir mucha agua del propio organismo.
Si existe la tendencia a la acumulación de líquidos, el consumo de fibras alimentarias puede ayudar a eliminarlas.
Entonces se debe considerar que para saber de fibras alimentarias no hay fórmulas mágicas, no basta solo con ingerirlas y ya, sino que se deben ir modificando lentamente los hábitos de consumo, integrando el de poder beber dos litros de agua diarios.

Alimentos ricos en fibra (en porciones de 100 grms):
Arroz integral: 12 (muy recomendable)
Avellanas: 10
Copos de avena: 10 (muy recomendable)
Pan integral de trigo: 9 (recomendable)
Maíz: 9
Pan blanco: 2 (no recomendable)
Manzana: 2
Kiwi: 2
Judías secas: 25 gr.
Higos secos: 18 (muy recomendable)
Copos de cebada: 17 (muy recomendable)
Ciruelas secas: 16 (muy recomendable)
Guisantes secos: 16
Garbanzos secos: 15
Lentejas secas: 14
Semillas de lino: 14 (muy recomendable)
Nueces: 5
Acelgas:5
Cereales de desayuno: 4 (poco recomendable)
Plátano: 4
Pan integral de centeno: 13 (muy recomendable)
Almendras: 12
Copos de trigo: 12
Dátiles: 8 (muy recomendable)
Muesli: 7
Espinacas: 6


Fuente: Vida Ok



miércoles, 11 de diciembre de 2013

LA CANELA PODRÍA REDUCIR LA PRESIÓN ARTERIAL

Según un nuevo estudio, la canela podría reducir la presión arterial en el corto plazo para las personas con diabetes.
La canela se ha utilizado como especia durante siglos en todo el mundo. Además, se ha utilizado por sus posibles beneficios sobre la salud. Se ha usado para mejorar la salud del estómago y la prevención de gases intestinales. Las únicas dos especies del género Cinnamomum que han sido aprobadas en los Estados Unidos como hierbas medicinales son el Cinnamomum zeylanicum (canela de Ceilán) y C. Cassia (corteza de canela) que es una corteza de árbol que se usa como especia.

Varios estudios preliminares indican que la canela podría afectar a los niveles de insulina y de azúcar en la sangre. Se han encontrado beneficios en los diabéticos tipo 2 en términos de la reducción de azúcar en la sangre y del colesterol. Sin embargo, los resultados han sido inconsistentes. Se necesita más investigación en esta área.
En un nuevo estudio, los investigadores realizaron una búsqueda bibliográfica exhaustiva de ensayos clínicos bien diseñados que evalúan los efectos de la canela sobre la presión arterial en las personas con diabetes.

Fueron finalmente identificados para su inclusión tres ensayos publicados entre enero del 2000 y septiembre del 2012. A través del análisis de los datos recopilados, los investigadores encontraron que la canela reduce significativamente tanto la presión arterial sistólica como la diastólica en 5,39 y 2,6 milímetros de mercurio, respectivamente. Los autores observaron que estas reducciones se observaron sólo a corto plazo.
Los autores concluyeron que la canela puede reducir la presión arterial de las personas con diabetes a corto plazo. Sin embargo, se necesitan estudios bien diseñados a largo plazo antes de poder llegar a cualquier conclusión firme.

Además de la canela, se han estudiado muchas otras terapias de integración por su potencial para reducir la presión arterial. Numerosos estudios reportan que el ajo puede reducir la presión arterial, sobre todo la presión arterial sistólica. No está claro si los efectos son más pronunciados en las personas con presión arterial alta que en aquellas con presión arterial normal. Muchos estudios indican también que los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a reducir la presión arterial. Sin embargo, los efectos han sido pequeños en general, y algunos estudios no han reportado ningún beneficio. Los efectos podrían ser mayores en las personas que tienen presión arterial más alta y puede depender de la dosis.
Para obtener más información acerca de las terapias integrales para la presión arterial alta o acerca de la canela, por favor visita nuestro Diccionario de Remedios y Tratamientos Naturales, elaborado en colaboración con Natural Standard, o utiliza nuestra casilla de búsqueda en la barra azul hasta arriba a la derecha.

Referencias
Akilen R, Pimlott Z, Tsiami A, et al. Effect of short-term administration of cinnamon on blood pressure in patients with prediabetes and type 2 diabetes. Nutrition. 2013 Jul 15. pii: S0899-9007(13)00191-3. doi: 10.1016/j.nut.2013.03.007.


Fuente: Natural Standard : La Autoridad en Medicina Integral. www.naturalstandard.com

¿INFLUYE LO QUE COMES EN LA CALIDAD DE TU SUEÑO?

Un estudio reciente analizó la relación entre los hábitos alimenticios y la cantidad de horas que una persona duerme y encontró que ciertos nutrientes podrían afectar la duración del sueño. Además, encontró que quienes llevan una alimentación más variada por lo general tienen patrones de sueño más sanos.

Dormir no sólo es placentero, es necesario además para mantener una buena salud, pues es durante las horas del sueño que el cuerpo recupera sus energías para un nuevo día. No en balde la falta de sueño y un mal descanso se han asociado con varias condiciones de salud, como problemas de la memoria, del corazón, o incluso la diabetes.

Según la Fundación Nacional del Sueño, existen estudios que sugieren que un sueño demasiado escaso puede afectar el equilibrio de las hormonas que regulan el hambre y el apetito, lo que conllevaría a un aumento de peso. Pero a la inversa, ¿qué se conoce sobre la influencia de la dieta en los patrones del sueño? Muchos profesionales  en el campo de la salud reconocen que, efectivamente, hay una relación entre lo que comemos y cómo dormimos, pero los estudios científicos que han explorado esta conexión son relativamente pocos. Esa es la opinión de Michael Grandner, profesor de psiquiatría y miembro del Centro de Neurobiología del Sueño y Circadiana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. Para ahondar en el tema, el doctor Grandner y sus colaboradores se propusieron explorar las diferencias en las dietas de las personas que reportaban tener patrones de sueño más cortos o más largos.

Con  ese fin, analizaron los datos de la Encuesta Nacional del Examen de Salud y Nutrición de los Estados Unidos, de los años 2007 y 2008, y hallaron que los que dormían poco (de cinco a seis horas por noche) consumían la mayor cantidad de calorías, seguidos de los que tenían un sueño normal (de siete a ocho horas), los que dormían muy poco (menos de cinco horas) y los que dormían mucho (nueve o más horas).

Según los resultados que aparecen en la revista Appetite, los que tenían un sueño normal consumían la dieta más variada y equilibrada, y los que dormían poco consumían la dieta menos variada. En detalle:
Un sueño muy corto (menos de cinco horas) se asoció a un menor consumo de carbohidratos totales (que aparecen en las etiquetas de los alimentos y que incluyen los gramos de azúcar, los carbohidratos complejos y la fibra), agua de la llave y licopeno (una sustancia presente en los alimentos de color rojo y naranja, como los tomates).
Un sueño corto (de cinco a seis horas) fue vinculado con bajo consumo de vitamina C, agua de la llave y de selenio (un mineral que se encuentra en los frutos secos, la carne y los mariscos), y con un consumo más alto de luteína y zeaxantina, que son nutrientes presentes en las verduras de hojas verdes.

En cambio, un sueño de larga duración (nueve horas o más), se relacionó con un menor consumo de carbohidratos totales, teobromina (una sustancia que se halla en el chocolate y el té), una grasa saturada llamada ácido dodecanóico o  láurico y un nutriente esencial soluble en agua denominado colina, presente en los huevos y en las carnes grasas.
Teniendo en cuenta las conclusiones del estudio, el doctor Grandner destaca que queda por explorar la posibilidad de modificar los patrones de sueño cambiando la dieta. Si fuese posible determinar la proporción ideal de nutrientes y calorías que conduce a un sueño sano, esto significaría un gran paso de avance a la hora de evitar la obesidad, por ejemplo, y otros factores de riesgo para la salud relacionados con el sueño y que mencionamos al principio de la nota.

Mientras esperamos a que se realicen más estudios, conviene que prestes atención a tu alimentación y te asegures de aumentar la variedad en tu dieta para, entre otros beneficios, que duermas mejor. Para más detalles de lo que significa una dieta sana y balanceada, estudia las notas en relación al tema que hemos publicado en Vida y Salud. Además, puedes tener en cuenta las siguientes recomendaciones de la Fundación Nacional del Sueño para que incluyas o elimines de tu dieta, aquellos alimentos o sustancias que favorezcan o perjudiquen tus horas de sueño y descanso:

Para propiciar el sueño:

No es casualidad que muchos recomienden un vaso de leche antes de dormir para combatir el insomnio. Y es que la leche y los productos lácteos en general, son ricos en un aminoácido, llamado triptofano, que induce a la somnolencia. Entre las funciones de este aminoácido, está el ayudar a que se segregue serotonina, una sustancia que además de tranquilizarte, es precursora de la melatonina, que regula el ciclo de la vigilia y el sueño. Además de la leche, el queso y el yogur, hay otros alimentos ricos en triptófano, como la miel y los huevos. Los alimentos ricos en carbohidratos aumentan el nivel de triptofano en la sangre, y es por esa razón que los platos que son ricos en carbohidratos (como la pasta o el arroz), te den sueño.  Pero no se recomienda que te llenes excesivamente o que comas alimentos muy pesados antes de ir a la cama.  Si necesitas comer algo antes de dormir, te recuerdo que las proteínas tienen un rol importante en la formación del triptófano. Por lo tanto, un bocadillo ideal que ayude al sueño es uno que combine los carbohidratos y las proteínas, como un pedazo de queso con unas galletitas, cereal con leche, o untarle mantequilla de maní (cacahuate) a una tostada (a un pan).
Las infusiones (tés) de tilo o de manzanilla tienen un efecto sedante o tranquilizante en el organismo. Si las endulzas con un poquito de miel, reforzarás el efecto ya que la miel también contiene triptófano.

Para que no te desveles:
Los expertos de la Mayo Clinic también tienen algunas recomendaciones. Entre ella:
Evita acostarte si tienes mucha hambre. Come algo ligero, como un vaso de leche que te servirá para conciliar el sueño. Otras opciones son yogur (yogurt), una barrita de granola o un tazón de avena caliente.
Evita el exceso de alcohol y de cafeína.
Tampoco te excedas con la cantidad de líquido que bebas antes de irte a dormir. Así evitas tener que levantarte durante la noche.
Y si se te dificulta dormir lo suficiente, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) sugieren establecer ciertos hábitos que poco a poco irán convirtiéndose en rutina. Intenta:
Acostarte y levantarte a la misma hora todos los días.
Evitar dormir la siesta.
Practicar alguna actividad física moderada (pero no hacer ejercicios enérgicos antes de ir a la cama).
Tratar algún ritual relajante antes de dormir, como tomar un baño, meditar, poner música suave.
Y ahora sí, que sueñes con los angelitos…



Fuente: Vida y Salud

miércoles, 4 de diciembre de 2013

LOS ÁCIDOS GRASOS TRANS

Existen dos tipos de trans, los generados naturalmente en el rumen de los animales y los que resultan del proceso de hidrogenación de los aceites vegetales (maíz, soya, canola, girasol, maní, algodón) para hacerlos más estables y facilitar su solidificación.
En este artículo, se utilizará el término “trans” como sinónimo de los isómeros generados en el proceso de hidrogenación y se describen los efectos de estos sobre la salud. Lo anterior, tiene como soporte algunas evidencias experimentales que muestran que el comportamiento de los trans de origen natural, presentes en la grasa de los lácteos y en algunas carnes, es diferente (de manera positiva) del de los trans hidrogenados.
Además, cuando se evalúan los aportes de trans derivados de ambas fuentes, la mayor contribución es la de margarinas y shortenings , y muy especialmente, de los productos de panadería, pastelería, golosinas, dulces, chocolates y pasabocas, entre otros, que los utilizan como materia prima (tabla 1). Esto se muestra en varias encuestas realizadas en distintas poblaciones a nivel mundial (6, 9, 13).

¿Cuánto se consume a nivel mundial?
En cuanto al consumo de trans, se ha observado un rango considerablemente amplio de ingesta alrededor del mundo. Así, entre los países que encabezan la lista como mayores consumidores de ácidos grasos trans está Canadá, con cerca de 10-16 g/día o el equivalente a un 5% del total de energía diaria y esto se relaciona principalmente, con la ingesta de productos de pastelería y panadería (9).
En Estados Unidos se presentan consumos intermedios, alrededor de 6.2 g/ día (equivalente a 2.2% del total de energía) (7). En el caso de Europa, dos grandes estudios muestran que la ingesta fluctúa dentro de amplios rangos, como por ejemplo, en Holanda entre 4-10g/persona/día y en España unos 2.5 g /persona/día (15).
En Colombia no existen datos respecto al tema, sin embargo, este año comenzó un estudio liderado por el Instituto de Bienestar Familiar que tiene como objetivo, entre otros, ahondar en el perfil alimentario y nutricional de la población colombiana.
En general, la tendencia mundial demuestra preocupación y toma de conciencia de los consumidores, industrias y profesionales de la salud y se ha observado una disminución en el consumo de trans desde la década de 1980 hasta la actualidad.

Límites de consumo de los ácidos grasos trans
Aunque no existen investigaciones determinantes en este sentido, algunos autores postulan que se debe limitar el consumo de ácidos grasos trans a un máximo de 10g por día (Enriquez 2003), otros, como el Consejo de Nutrición de Dinamarca hablan de 2 g por día (Stender 2004) o un equivalente al 1% del total de energía consumida diariamente (Institute of Medicine 2002). El límite en el consumo puede variar según el grado de ejercicio físico de la persona así como con el ingreso paralelo de ácidos grasos esenciales.
Hu y colaboradores, en el estudio de las enfermeras en Estados Unidos, concluyeron que un consumo de trans cercano al 2% de la energía total diaria resulta en un incremento del 93% en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Las recomendaciones de diferentes organizaciones en Estados Unidos (FDA ) y Europa (Comisión de las comunidades europeas), establecen que no debe superarse el 1% del total de las calorías diarias (alrededor de 4 g per cápita por día).

Impacto en la salud
Durante décadas los profesionales de la salud y algunas asociaciones, emprendieron fuertes campañas contra los ácidos grasos saturados y apoyaron el consumo de grasas vegetales hidrogenadas, asumiendo que estos trans derivados de aceites vegetales eran más saludables que los saturados. No obstante, la evidencia sobre los trans y sus efectos nocivos sobre la salud, han superado en un margen considerable a las grasas saturadas (8,14).

¿Cuáles son los efectos de los trans sobre la salud del ser humano?

a. Perfil lipídico
Se ha visto que los trans aumentan el colesterol total, el colesterol LDL (o colesterol malo) y además, disminuyen el colesterol bueno o HDL.

b. Trombos
Los trans parecen fomentar la síntesis de sustancias llamadas eicosanoides, tales como prostaglandinas y tromboxanos de las clases que favorecen la formación de trombos. Los trombos tienen una alta correlación con la enfermedad cardiovascular.

c. Enfermedad cardiovascular
Dado que los trans favorecen el aumento de los principales factores de riesgo vinculados con enfermedad cardíaca coronaria, al tiempo que, acrecientan el riesgo de padecerla y éste es paralelo al incremento en el consumo de los mismos (efecto dosis-dependiente). Su efecto supera, gramo a gramo, el efecto que se le adjudica grupalmente a los ácidos grasos saturados.

d. Infarto de miocardio
Algunos datos muestran que el consumo de trans de larga data, se correlaciona con una mayor incidencia de infarto de miocardio y cardiopatía isquémica.

e. Resistencia a la insulina, síndrome metabólico y diabetes mellitus
Se ha observado que los trans favorecen desórdenes metabólicos tales como una actividad anormal de la hormona insulina (principal reguladora de varios procesos en el organismo), lo cual se denomina “resistencia a la insulina” y es la base de diferentes enfermedades como la diabetes tipo 2.

f. Cáncer
El desarrollo de algunos cánceres como el de seno, colon y recto se han correlacionado positivamente

g. Depresión de la respuesta inmune
Se ha propuesto que los trans, especialmente dietas con alto contenido en los mismos, pueden afectar la inmunidad (defensas).

h. Utilización de ácidos grasos esenciales
En algunos estudios hechos en animales y en seres humanos se ha visto que los ácidos grasos trans parecen impedir el uso correcto de los ácidos grasos esenciales y la formación de sus derivados. Lo anterior, entre otros, obstaculiza la producción del ácido araquidónico (AA) y del ácido docosahexaenoico (DHE), los cuales son fundamentales para el crecimiento y desarrollo de los niños, especialmente la retina (área visual) y el sistema nervioso.

i. Lactancia materna, peso y longitud al nacer
Ciertas investigaciones han mostrado que recién nacidos de mamás con consumos moderados y altos de trans, tienen bajo peso al nacer e incluso son de talla pequeña (5).
Además, se ha advertido una gran correlación entre el contenido de trans en la dieta de la mamá y los niveles de trans presentes en el cordón umbilical (que comunica al bebé con la mamá) (4). También, se ha encontrado una relación positiva entre los niveles de consumo en la mamá, los valores de trans en la leche materna y los niveles de trans en la sangre del bebé lactante (9).
Lo anteriormente expuesto, es de gran trascendencia ya que si se considera el punto referido a los ácidos grasos esenciales (h), la correcta utilización de los mismos es fundamental en el niño y por ende, los trans podrían interferir en su crecimiento y desarrollo, conllevando a 
desórdenes neurológicos o visuales.
Etiquetado
Como se ha visto a lo largo de esta separata, hay numerosas razones que justifican la premura de algunas entidades y organizaciones dedicadas a legislar en el área de la salud (FDA en Estados Unidos, DNC en Dinamarca, Comisión de las comunidades europeas) que luchan por la declaración de los ácidos grasos trans en la etiqueta de los alimentos que los incluyen. Además, es importante que en las etiquetas de dichos alimentos-fuente de trans, quede constancia de su presencia de manera independiente de los ácidos grasos saturados, ya que su comportamiento e implicaciones en la salud son bien diferentes. Del mismo modo, es imprescindible que la comida rápida sea etiquetada, creando conciencia en los consumidores de su contenido en grasas trans.
El aceite de palma tiene una gran estabilidad a temperatura ambiente y en parte, se debe a su contenido de ácidos grasos saturados (alrededor del 50%) y de antioxidantes naturales. Esto hace que no requiera la hidrogenación que sí necesitan otros aceites vegetales y por tanto, carece de ácidos grasos trans. Lo anterior, le confiere gran versatilidad para su uso industrial, por lo que es importante materia prima de margarinas, productos de panadería, pastelería y golosinas, entre otras.
Además, por todo lo referido en este artículo, el aceite de palma se constituye como una opción favorable y saludable para la industria de alimentos, abriendo las puertas a distintos alimentos derivados y caracterizándolos por su ausencia de ácidos grasos trans.

Bibliografía
1. Ascherio, A et al. Trans-fatty acid intake and risk of myocardial infarction. Circulation 1994; 89: 94-101.
2. Ascherio, A et al. Trans fatty acids and coronary heart disease. N Engl J Med 1999; 340 (25): 1994-1998.
3. Comisión de las comunidades europeas. Propuesta de reglamento del parlamento europeo y del consejo sobre las alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos. 2003, Bruselas.
4. Decsi, T et al. Inverse association between trans isomeric and long-chain polyunsaturated fatty acids in cord blood lipids of full-terms infants. Am J Clin Nutr 2001; 74: 364-368.
5. Elias, S et al. Infant plasma trans, n-6, n-3 fatty acids and conjugated linoleic acids are related to maternal plasma fatty acids, lengh of gestation, and birth weight and length. Am J Clin Nutr 2001; 73: 807-14.
6. Enriquez, L et al. Ácidos grasos trans y nutrición. Endocrinol Nutr 2003; 50 (8): 317-323.
7. Harnack, L et al. Trends in the trans-fatty acid composition of the diet in a metropolitan area : The Minnesota Heart Survey. J Am Diet Assoc 2003; 103 (9): 1160-1166.
8. Hu, F et al. Dietary fatty intake and the risk of coronary heart disease in women. N Engl J Med 1997; 337: 1491-99
9. Innis, S et al. trans fatty acids in human milk are inversely associated with concentrations of essential all-cis-n-6 and n-3 fatty acids in plasma lipids of breast-fed infants. Am J Clin Nutr 1999; 70: 383-90.
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Fuente: Alimentación Sana