martes, 27 de agosto de 2013

8 FORMAS DE ACELERAR TU METABOLISMO



Cada vez que comes un rico bocadillo o bebes un trago de jugo o zumo de frutas, tu cuerpo empieza a trabajar para procesar las sustancias nutritivas que acabas de ingerir. Ese proceso es el metabolismo, y a través de él tu cuerpo recibe energía y el combustible que necesita para vivir. Aquí te damos algunos consejos para activarlo y hacerlo más eficiente. Aprende a acelerar tu metabolismo.

Cada vez que lees un artículo sobre dieta o nutrición mencionan al metabolismo.  Pero, ¿sabes exactamente en qué consiste? Pues se trata de las reacciones químicas que suceden en las células de tu cuerpo que transforman o convierten las sustancias nutritivas de los alimentos en la energía que necesitas para vivir, no sólo para moverte y pensar, sino inclusive estando en reposo. Necesitamos energía para la respiración, la digestión, la fabricación de la masa muscular, el almacenamiento de la grasa, la circulación de la sangre…. La energía que no se utiliza, se “guarda” en el cuerpo en forma de grasa.

El metabolismo basal es el consumo mínimo de energía que requiere el cuerpo para vivir cuando está en reposo. Este consumo mínimo varía de persona a persona. El metabolismo basal es el responsable de que dos individuos con actividades y dietas iguales no tengan el mismo peso.

La tasa metabólica es la velocidad en que el organismo utiliza la energía disponible (o quema las calorías). En general, mientras más músculo y menos grasa tenga tu cuerpo, más rápida es tu tasa metabólica. Los hombres suelen tener una tasa metabólica más alta que las mujeres, ya que el cuerpo femenino tiene más grasa y menos músculo que el masculino. Pero el sexo no es lo único que determina la tasa metabólica. Tu herencia genética es importantísima (las personas que tienen un metabolismo rápido no engordan por mucho que coman, mientras que a las que tienen un metabolismo lento les es difícil perder o bajar de peso). También cuenta tu estilo de vida, en especial la dieta que llevas y tu actividad física. 
Además, a partir de los 40 años, la tasa metabólica tiende a hacerse más lenta, porque se pierde masa muscular.

¿Sabes qué órgano del cuerpo regula el metabolismo? La tiroides, porque produce hormonas que influyen en casi todos los aspectos del funcionamiento del cuerpo: la rapidez o la lentitud con las que queman las calorías, la creación de proteínas, el almacenamiento de grasa, etc. Por eso, los trastornos de la tiroides pueden provocar problemas del metabolismo.
Cuando el metabolismo es rápido, la grasa no tiende a almacenarse en el cuerpo y la persona no engorda. Cuando es lento, la grasa se almacena y la persona engorda.

Veamos ahora los factores que aceleran tu metabolismo. Si tu metabolismo es lento, hay varias cosas que pueden acelerarlo:

Haz ejercicios. Tu cuerpo está constantemente quemando calorías, aunque esté en reposo. Pero aun en momentos de descanso, la tasa metabólica es más alta en las personas con más masa muscular. Los ejercicios con pesas, que aumentan la masa muscular, son especialmente efectivos.

Bebe agua. El cuerpo necesita agua para quemar calorías. Si estás deshidratada (o), tu metabolismo se hace más lento. Trata de beber varios vasos de agua al día.

En vez de comidas abundantes y espaciadas, ingiere comidas pequeñas varias veces al día. Pero asegúrate de no ingerir menos de 1,200 calorías al día, o se haría más lenta tu tasa metabólica

Sazona tus comidas con ingredientes picantes. Una cucharada de ají (chile) picante rojo o verde triturado, por ejemplo, acelera temporalmente tu tasa metabólica.

Tu cuerpo quema más calorías cuando hace la digestión de proteínas que cuando digiere grasas o carbohidratos. Come alimentos ricos en proteína (carne de res magra, pescado, pavo, pechuga de pollo, tofu, nueces, frijoles, huevos, productos lácteos bajos en grasa).

Aunque por corto tiempo y tomado con moderación, el café acelera la tasa metabólica. Una taza de café por la mañana es como una inyección que aumenta tu energía y tu poder de concentración.

También el té verde aumenta la tasa metabólica por un par de horas. Beber de dos a cuatro tazas al día hace que el cuerpo queme un 17% más calorías de lo normal.


Evita las dietas relámpago (menos de 1,200 calorías al día). Estas dietas te ayudan a bajar de peso (a veces a expensas de una buena nutrición), pero esa pérdida de peso proviene de la masa muscular. Y recuerda que mientras menor sea tu masa muscular, más lento es tu metabolismo.

Aunque es cierto que los genes, el sexo y la edad tienen gran importancia en la tasa metabólica y no te es posible cambiar esos factores, sí puedes influir en ella poniendo en práctica los consejos anteriores. Y, sobre todo, mantente activo(a), haz ejercicio. Si estás ocho horas sentado(o)a detrás de una computadora en el trabajo, ocho horas durmiendo y tres horas sentado(a) mirando la televisión, es difícil que tu metabolismo cambie. Aparte de la actividad de la vida diaria, ¡muévete! Camina, corre, baila, ve al parque a jugar con los niños… Cualquier actividad que te ponga en movimiento te ayuda a crear masa muscular, y a convertir tu cuerpo en una máquina para quemar calorías. Y eso, definitivamente, acelera tu metabolismo.

¿QUÉ LE DOY DE COMER A MI BEBÉ?


Esta pregunta es muy común, en especial para madres primerizas. Con tantos mitos y teorías que las abuelas nos han inculcado, es normal que a veces te confundas. Si tienes dudas sobre cuáles son los alimentos recomendados para tu bebé desde que nace hasta que cumple un año, consulta a tu pediatra. Sin embargo, en Vida y Salud te damos una guía rápida y práctica para que tengas una idea más clara de cuáles son los mejores alimentos para tu bebé de acuerdo a su edad.


Soledad, una chica de 23 años que acaba de tener su primer bebé, me cuenta que luego del parto, le entregaron a su bebita y ella no sabía qué hacer. Al rato de estar en la habitación del hospital, la enfermera pasó a verla y le dijo: “¿qué está esperando para darle pecho?”. 

Soledad dice que le sonó a regaño y que efectivamente ella sintió que no estaba cumpliendo con su deber de alimentar a su bebita. Pero como ella dice no sabía qué hacer, “llevaba sólo media hora siendo mamá”. De inmediato Soledad puso a su bebita en el pecho y se dio cuenta de por qué la enfermera se lo preguntó. Violeta, su bebita no dejó de mamar por un buen rato. ¡Tenía hambre!

Es normal que a muchas mujeres les suceda que no saben cómo y cuáles son las opciones para alimentar a sus bebés. Es parte de la experiencia de ser madre, y a muchas, como a Soledad, les pasan cosas que demuestran que las madres, no lo saben todo, sino que poco a poco y con su instinto, van descifrando la mejor manera de cuidar y alimentar a su bebé.

La alimentación durante el primer año de vida de un bebé es un tema que siempre sale a relucir entre las dudas que tienen con más frecuencia las mamás. Algunas se confunden porque sus madres y abuelas les dicen que a cierta edad hay que darle ciertos alimentos y sus médicos les dicen otra cosa. Es normal que los tiempos cambien y con ellos, las formas de alimentar a los bebés. Pero más allá del dilema generacional, es importante que tengas una guía acerca de qué alimentos puedes darle a tu pequeño(a) a medida que va creciendo. 

¿Te gustaría tener una guía clara y sencilla? ¡Pues tus deseos se cumplieron! A continuación encontrarás una tabla que da las pautas sobre qué alimentos son aptos para tu bebé en sus diferentes etapas.

Del nacimiento a los 4 meses:
Leche materna o leche de fórmula solamente.

De los 4 a los 6 meses:
Leche materna o de fórmula y cereales de un solo grano (arroz, avena) fortificado con hierro. Mezclarlo con leche de fórmula o leche materna.

De los 6 a los 8 meses:
Leche materna o de fórmula
Cereales fortificados con hierro (avena, cebada, arroz).
Puré de frutas como banana, manzana, pera, duraznos, ciruelas. Lávalas bien y luego machácalas, hiérvelas o hornéalas hasta que estén blandas. Luego mézclalas con leche materna, de fórmula o agua. La clave es que sea una mezcla líquida y poco a poco le vas disminuyendo el líquido para que sea una mezcla más sólida.
Puré de vegetales como zanahoria, arvejas (chícharos), aguacate, calabaza, papa, etc. Prepara el puré de la misma forma que el puré de frutas.
Puedes empezar a darle proteínas en pedacitos muy pequeños. Pollo cocinado, pavo o pescado sin espinas. También fríjoles o lentejas.

De los 8 a los 10 meses:
Leche materna o de fórmula
Pequeñas porciones de yogurt y queso pasteurizado. No le des leche de vaca.
Puré de vegetales y frutas
Huevo cocido o revuelto (cortado en pequeños pedazos)
Pequeñas botanas como cereales bajos en azúcar en forma de “O”, pasta cocinada, galletas para bebé.
Pequeñas porciones de proteína.

De los 10 a los 12 meses:
Leche materna o de fórmula

Para este momento, tú bebé puede comer casi todas las cosas que tu comes, incluyendo todas las mencionadas en las edades anteriores. Sin embargo, no le des ni leche de vaca ni miel. La miel puede causar una enfermedad potencialmente mortal, llamada “botulismo infantil”. Consulta con tu pediatra para saber si hay alguna recomendación para evitar alimentos que pueden producir alergia (como el maní o cacahuate). Dale jugos, pero no cítricos. A esta edad ya puede comer por ejemplo, pastas con salsas.

Debes tener cuidado de no darle comidas con forma redonda y textura firme que puedan atragantar a tu bebé, como uvas, por ejemplo. Asegúrate de siempre picarlas en pedazos pequeños.

Esperamos que estas recomendaciones sobre la alimentación de tu bebé desde el nacimiento hasta que cumple un año, te sean útiles. Recuerda que ninguna mamá lo sabe todo y la maternidad es un aprendizaje constante. Que tu bebé tenga ¡buen provecho!

LA PÉRDIDA DE PESO PERMITE PREVENIR LA DIABETES


Un nuevo hallazgo demuestra cómo los cambios en el estilo de vida pueden influir en el mantenimiento de la salud. En este caso, se trata de un estudio que corrobora cómo la pérdida de peso, tras modificar la dieta y agregar ejercicios, ha ayudado a las personas con pre-diabetes a controlar la condición y a evitar que se convierta en diabetes. Descubre más detalles sobre esta investigación.

Perder peso no siempre se debe a cuestiones estéticas. De hecho, lo importante es mantener un peso saludable que, como la misma denominación indica, te permita mantenerte sano(a). Como se ha demostrado en varios estudios y te hemos mencionado en columnas anteriores, la obesidad está vinculada al desarrollo de varias enfermedades, como los problemas del corazón y la diabetes de tipo 2.

Ahora, un nuevo estudio desarrollado por unos investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Estados Unidos, ha descubierto que bajar de peso puede ser suficiente para evitar la enfermedad en personas que han sido diagnosticadas con pre-diabetes, una condición en la cual los valores del azúcar en la sangre son más altos que lo que se considera normal, pero no lo suficientemente elevados como para que se considere diabetes.

Recuerda que la diabetes tipo 2 es un trastorno frecuente que ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente insulina, o se ha vuelto resistente a la insulina que produce. La insulina es la hormona encargada de llevar la glucosa (el combustible más básico del cuerpo) a las células para que el organismo tenga energía.  Cuando la glucosa no puede entrar en las células se acumula en la sangre. Por eso, la señal típica de la diabetes es un nivel elevado de azúcar (glucosa) en la sangre.

Según esta nueva investigación, que ha sido publicada en el Journal of General Internal Medicine, las personas con pre-diabetes que pierden aproximadamente el 10 por ciento de su peso corporal durante los seis primeros meses luego de haber recibido el diagnóstico, reducen un 85 por ciento sus posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2 en los próximos tres años, mientras que quienes perdieron del 5 al 7 por ciento de su peso corporal redujeron el riesgo de desarrollar diabetes en un 54 por ciento, tres años más tarde.

Para llegar a estos hallazgos, los investigadores analizaron los datos de más de 3 mil personas con sobrepeso y pre-diabetes, que fueron monitoreadas durante un promedio de 3.2 años. Los participantes fueron divididos en grupos: a uno de ellos le asignaron que tomara metformina (una de las drogas más usadas para controlar la diabetes), otro recibió placebo y un tercer grupo debió introducir cambios en su estilo de vida, que consistían en modificar su dieta y hacer 150 minutos de ejercicios semanales.  Además, recibieron asesoramiento personal durante los primeros seis meses y de grupo el resto del tiempo que duró el estudio.

Al finalizar, los investigadores pudieron determinar que los pacientes que tomaron metformina no lograron una pérdida de peso significativa, aunque sí bajaron sus niveles de azúcar en la sangre, luego de los primeros seis meses, así como sus posibilidades de desarrollar diabetes. Sin embargo, los niveles de azúcar en la sangre más bajos y el menor riesgo lo obtuvieron quienes habían perdido peso mediante los cambios en la dieta y el estilo de vida.

Recuerda que entre los factores de riesgo de la diabetes están la obesidad, el sedentarismo, la edad y una historia familiar de diabetes. Si bien no puedes modificarlos todos, si está en tus manos cambiar los dos primeros. Trata de perder el exceso de peso y, si no puedes hacerlo solo(a), busca ayuda profesional para mejorar tu calidad de vida y así evitar o controlar la diabetes.



lunes, 19 de agosto de 2013

9 TIPS DE NUTRICIÓN


1.- Ayuno desintoxicante

Tomar un vaso de agua tibia en ayunas es bueno para limpiar tu organismo (estimula el sistema digestivo). También ayuda a limpiar la piel de tu rostro porque elimina las toxinas de tu cuerpo.

2.- Comida energética

Para obtener mayor energía hay que comer más alimentos ricos en vitamina B2 tiamina y riboflavina que se encuentran en cereales integrales y las verduras de hojas como la lechuga.

3.- Más cereal

De acuerdo a una resistente investigación en la universidad de Bristol , en Inglaterra , aquellos que desayunan cereal diariamente se deprimen menos , tienen mayor concentración y se estresan menos así que ¡Sobre las Zucaritas!

4.-Para las prisas

Si no tienes tiempo de comer en tu casa tranquilamente, escoge una comida sana como una baguette integral de atún en agua con verduras o una pasta con queso, jitomate y verduras. De postre comete una fruta esto te dará energía y mantendrá tu figura porque estas evitando grasas.

5.- Dulces diferencias.

Los glúcidos o azucaras te brindan energía y son indispensables para que tu cerebro funcione bien.
Existen dos tipos; los que se digieren rápido como los que se encuentran en pasteles, refrescos y postres; y los que se tardan más en digerir como los que hay en frutas, panes y papas por darte un ejemplo. Lo importante que no abuses de los primeros.

6.- H2O

Algo sumamente importante: el agua. Debes tomar al menos 8 vasos de agua diariamente. Esto ayuda a mantenerte en hidratada, a limpiar tu cuerpo, a tener una mejor circulación y a prevenir la celulitis, por decir lo menos. Además favorece la función intestinal y mantiene al cuerpo en su temperatura ideal.

7.-Inclúyelos siempre

Las proteínas ayudan a mantener los músculos fuertes y tonificados .Por ello incluye en tu dieta pescado carne huevo o leche y sus derivados.
También te aportan proteínas los cereales y las legumbres.

8.- Frutas 100% Sanas

De acuerdo a la universidad Scranton en E.E.U.U., éstas son las frutas más sanas: peras, uva roja y verde, manzanas cerezas, fresas melón moras azules y plátanos. Así que como veras las frutas silvestres son una gran opción para estar sana ¡Mmm! ¡Qué rico no!

9.- En su jugo.

Cuando tomas jugos bébelos despacio para que se mezcle con lo saliva y mejore tu digestión.


¡Funciona!
Si quieres ponerte a dieta recuerda que irse a los extremos no ayuda a nada. Mejor acude con un nutriólogo.

lunes, 12 de agosto de 2013

8 FORMAS DE ACELERAR TU METABOLISMO



Cada vez que comes un rico bocadillo o bebes un trago de jugo o zumo de frutas, tu cuerpo empieza a trabajar para procesar las sustancias nutritivas que acabas de ingerir. Ese proceso es el metabolismo, y a través de él tu cuerpo recibe energía y el combustible que necesita para vivir. Aquí te damos algunos consejos para activarlo y hacerlo más eficiente. Aprende a acelerar tu metabolismo.

Cada vez que lees un artículo sobre dieta o nutrición mencionan al metabolismo.  Pero, ¿sabes exactamente en qué consiste? Pues se trata de las reacciones químicas que suceden en las células de tu cuerpo que transforman o convierten las sustancias nutritivas de los alimentos en la energía que necesitas para vivir, no sólo para moverte y pensar, sino inclusive estando en reposo. Necesitamos energía para la respiración, la digestión, la fabricación de la masa muscular, el almacenamiento de la grasa, la circulación de la sangre…. La energía que no se utiliza, se “guarda” en el cuerpo en forma de grasa.

El metabolismo basal es el consumo mínimo de energía que requiere el cuerpo para vivir cuando está en reposo. Este consumo mínimo varía de persona a persona. El metabolismo basal es el responsable de que dos individuos con actividades y dietas iguales no tengan el mismo peso.

La tasa metabólica es la velocidad en que el organismo utiliza la energía disponible (o quema las calorías). En general, mientras más músculo y menos grasa tenga tu cuerpo, más rápida es tu tasa metabólica. Los hombres suelen tener una tasa metabólica más alta que las mujeres, ya que el cuerpo femenino tiene más grasa y menos músculo que el masculino. Pero el sexo no es lo único que determina la tasa metabólica. Tu herencia genética es importantísima (las personas que tienen un metabolismo rápido no engordan por mucho que coman, mientras que a las que tienen un metabolismo lento les es difícil perder o bajar de peso). También cuenta tu estilo de vida, en especial la dieta que llevas y tu actividad física. Además, a partir de los 40 años, la tasa metabólica tiende a hacerse más lenta, porque se pierde masa muscular.

¿Sabes qué órgano del cuerpo regula el metabolismo? La tiroides, porque produce hormonas que influyen en casi todos los aspectos del funcionamiento del cuerpo: la rapidez o la lentitud con las que queman las calorías, la creación de proteínas, el almacenamiento de grasa, etc. Por eso, los trastornos de la tiroides pueden provocar problemas del metabolismo.

Cuando el metabolismo es rápido, la grasa no tiende a almacenarse en el cuerpo y la persona no engorda. Cuando es lento, la grasa se almacena y la persona engorda.
Veamos ahora los factores que aceleran tu metabolismo. Si tu metabolismo es lento, hay varias cosas que pueden acelerarlo:

Haz ejercicios. Tu cuerpo está constantemente quemando calorías, aunque esté en reposo. Pero aun en momentos de descanso, la tasa metabólica es más alta en las personas con más masa muscular. Los ejercicios con pesas, que aumentan la masa muscular, son especialmente efectivos.

Bebe agua. El cuerpo necesita agua para quemar calorías. Si estás deshidratada (o), tu metabolismo se hace más lento. Trata de beber varios vasos de agua al día.

En vez de comidas abundantes y espaciadas, ingiere comidas pequeñas varias veces al día. Pero asegúrate de no ingerir menos de 1,200 calorías al día, o se haría más lenta tu tasa metabólica

Sazona tus comidas con ingredientes picantes. Una cucharada de ají (chile) picante rojo o verde triturado, por ejemplo, acelera temporalmente tu tasa metabólica.

Tu cuerpo quema más calorías cuando hace la digestión de proteínas que cuando digiere grasas o carbohidratos. Come alimentos ricos en proteína (carne de res magra, pescado, pavo, pechuga de pollo, tofu, nueces, frijoles, huevos, productos lácteos bajos en grasa).

Aunque por corto tiempo y tomado con moderación, el café acelera la tasa metabólica. Una taza de café por la mañana es como una inyección que aumenta tu energía y tu poder de concentración.

También el té verde aumenta la tasa metabólica por un par de horas. Beber de dos a cuatro tazas al día hace que el cuerpo queme un 17% más calorías de lo normal.

Evita las dietas relámpago (menos de 1,200 calorías al día). Estas dietas te ayudan a bajar de peso (a veces a expensas de una buena nutrición), pero esa pérdida de peso proviene de la masa muscular. Y recuerda que mientras menor sea tu masa muscular, más lento es tu metabolismo.




Aunque es cierto que los genes, el sexo y la edad tienen gran importancia en la tasa metabólica y no te es posible cambiar esos factores, sí puedes influir en ella poniendo en práctica los consejos anteriores. Y, sobre todo, mantente activo(a), haz ejercicio. Si estás ocho horas sentado(o)a detrás de una computadora en el trabajo, ocho horas durmiendo y tres horas sentado(a) mirando la televisión, es difícil que tu metabolismo cambie. Aparte de la actividad de la vida diaria, ¡muévete! Camina, corre, baila, ve al parque a jugar con los niños… Cualquier actividad que te ponga en movimiento te ayuda a crear masa muscular, y a convertir tu cuerpo en una máquina para quemar calorías. Y eso, definitivamente, acelera tu metabolismo.

EL EJERCICIO PODRÍA SER SUFICIENTE PARA CONTROLAR LA DIABETES TIPO 2



Si tienes diabetes tipo 2 o te la han diagnosticado recientemente, esta noticia probablemente te interesa: un estudio reciente ha encontrado que el ejercicio, por sí solo, podría dar buenos resultados en el control de la glucosa cuando se realizan sesiones largas de actividad física, algo que además ayuda a perder grasas y a mantener un peso saludable. Sigue leyendo y descubre más detalles sobre este hallazgo.

La diabetes tipo 2 se ha convertido en una preocupación a nivel mundial. Es una enfermedad que se caracteriza por niveles elevados de la glucosa en la sangre y se asocia con el sedentarismo y la obesidad. Por eso, además de usar medicinas para tratarla, los médicos recomendamos seguir una dieta saludable (evitando las golosinas, las harinas refinadas y limitando las grasas, entre otras cosas), acompañada de una rutina de ejercicios.

Ahora, un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, ha detectado que el ejercicio físico puede ser suficiente para hacer que los niveles de azúcar en la sangre regresen a la normalidad, en las personas que sufren de diabetes tipo 2, aunque no hagan ningún otro cambio en el estilo de vida ni en la dieta.
Sin embargo, para lograr resultados efectivos, las participantes hicieron entre tres y seis horas y media de ejercicios semanales, en dos sesiones de ejercicio aeróbico y dos sesiones de ejercicio de resistencia, durante los seis meses que duró el estudio. Al finalizar el programa de seis meses, todos participaron en una expedición de excursionismo de doce días.

En detalle, los investigadores holandeses consideraron los datos de doce pacientes con diabetes, que tenían 46 años de edad en promedio, a los que les tomaron imágenes por resonancia magnética (IRM), antes y después de que practicaron seis meses de ejercicio de intensidad moderada.

Al evaluar el estado de salud de los participantes, y según los resultados que aparecen publicados en el medio especializado Radiology, los investigadores no notaron cambios en el funcionamiento cardiaco, aunque sí vieron reducciones significativas en la cantidad de grasa abdominal, en el hígado y alrededor del corazón, que en todos los casos se asocian con un menor riesgo de sufrir de enfermedades del corazón.

Al respecto, los investigadores comentaron que, en respuesta al entrenamiento físico, la segunda capa de grasa que rodea al corazón (denominada grasa pericárdica) se comportaba de manera similar a la grasa visceral (que es la que se encuentra entre las vísceras y se comporta de manera diferente a la que está debajo de la piel, ya que se ha asociado con el desarrollo de varias enfermedades).

Asimismo, con el entrenamiento también disminuyó la cantidad de grasa en el hígado, algo especialmente importante en las personas con diabetes tipo 2, muchas de las cuales tienen sobrepeso o son obesas, ya que el hígado tiene un rol central en la regulación de la distribución de la grasa total en el cuerpo.

¿Significa esto que simplemente puedes aumentar la actividad física y comer lo que quieras? 
Definitivamente no. Primero, una alimentación saludable siempre es importante. Y, antes de hacer cualquier cambio en tu tratamiento siempre debes consultar con tu médico. Sin embargo, estos hallazgos agregan evidencias acerca de la importancia del ejercicio físico para tu salud y, en este caso en particular, para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Por eso, si todavía no lo has hecho, tal vez es un buen momento para que incluyas una rutina de ejercicio que, junto con hábitos alimenticios sanos, te ayude a mantener la diabetes bajo control.

EL COLOR DE LA VAJILLA ¿AFECTA EL SABOR DE LAS COMIDAS?


Comer es una experiencia multisensorial, que incluye el gusto, el olfato, la vista y el tacto. Sobre este tema, un nuevo estudio reporta cuánto pueden influir esos sentidos en la percepción final del alimento, pues ha encontrado que, por ejemplo, el color de los cubiertos puede afectar el sabor de las comidas. Aquí te contamos más detalles sobre este descubrimiento.

"Pedrito no toma la leche si no se la sirven en su vaso preferido, ese con el personaje de su película de cine favorita. Como es un niño, sus padres lo consienten sin preguntar, pues lo importante es que tome el alimento y no el recipiente".

Los adultos, en cambio, no tenemos tanta suerte, pues no es de buenos modales ir a cenar a casa de un amigo y pedirle, por ejemplo, que te cambie la copa o la vajilla. Pero en la intimidad de tu propio hogar, ¿no tienes tus cubiertos favoritos o ese plato que hace que todo te sepa más sabroso?

Pues esto que parece cuestión de manías ahora puede tener aval científico: un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, evaluó la opinión de 100 estudiantes y encontró que tanto el tamaño como el peso, la forma y el color de los cubiertos influyen en el sabor de los alimentos.

El queso, por ejemplo, parece más salado cuando lo comemos con cuchillo en vez de con un tenedor o un palillo, mientras que el yogur es más sabroso cuando usamos una cuchara blanca de plástico. Además, la gente tiende a comer menos cuando se le sirve la comida en platos pequeños y que la comida sabe más dulce cuando la probamos con una cuchara más pequeña, que normalmente asociamos con los postres.

De allí se desprende que la forma en que experimentamos la comida es multisensorial, pues no sólo incluye el gusto sino también la sensación de la comida en nuestra boca (el tacto), el aroma de las comidas (el olfato) y si nos agrada o no la forma y el aspecto de los alimentos (la vista). Entonces, el estudio ha probado que nuestro cerebro emite juicios sobre los alimentos, mucho antes de que nos los llevemos a la boca.

Estos hallazgos, que aparecen publicados en la revista especializada Flavour, apoyan a los de otros estudios previos que tratan de determinar cómo influye la vajilla en la percepción de las comidas y las bebidas. Se cree que pueden ayudar a mejorar nuestra experiencia en los restaurantes y en las personas que están a dieta, así como a fomentar mejores hábitos alimentarios, al hacer que los comensales reduzcan los tamaños de las porciones o la cantidad de sal que le añaden a la comida, por ejemplo.

¿Se te había ocurrido pensar en esto antes? Ahora que sabes esto, la próxima vez que prepares tu comida favorita o tengas invitados a comer en casa, recuerda que no da lo mismo en qué platos les sirvas el menú. Y aunque pidas pizza del restaurante de tu elección, haz tu propio experimento y evalúa la respuesta: ¿cuándo te sabe más sabrosa, cuando la comes en un plato o sencillamente en el cartón en el que viene?

lunes, 5 de agosto de 2013

LOS BENEFICIOS DEL BRÓCOLI.


Los beneficios y propiedades del brócoli, un alimento ideal para los vegetarianos.

Al igual que las zanahorias, el apio o la lechuga, el brócoli tiene que estar preparado correctamente para ganar la lucha de cada día con tus papilas gustativas. Y si los beneficios para la salud increíbles del brócoli no te ayudan a verlo como un potente alimento en tu dieta diaria, será hora de encontrar nuevas formas de prepararlo.
¿Qué es el brócoli?

El brócoli es un vegetal versátil que proviene de las plantas de la familia Brassica y sus primos son el repollo, la coliflor y la col china. La familia más cercana del brócoli incluye el brócoli brotar, broccolini, romanesco y el brócoli floración púrpura.

En algunos restaurantes o en casa incluso, la mayoría de la gente está más familiarizada con la variedad de brócoli con forma de árbol. Hay también broccolini, que cuenta con más tallos y pequeñas cabezas de flores y brócoli rabe o rapini que tiene un montón de hojas, sin cabezas y se utiliza a menudo como una ensalada verde.

También vienen en una variedad de colores, incluyendo púrpura. Nutricionalmente, el broccolini es rico en vitamina C, pero también contiene vitamina A, calcio, ácido fólico y hierro. el Rapini es una fuente de vitaminas A, C y K, así como de potasio, el calcio y el hierro.
Los beneficios del brócoli

Según la nutricionista Julie, colaboradora de Chatelaine.com y anfitriona de su propio programa televisivo "Gourmet Saludable", el brócoli contiene una increíble cantidad de antioxidantes. El sulforafano, un compuesto en el brócoli, está siendo investigado por sus beneficios contra el cáncer, y si cocinas al vapor al brócoli, puedes aumentar sus beneficios, lo mismo que sucede con los demás vegetales obviamente.

"El brócoli es también una gran fuente de vitamina C. No hay demasiadas verduras en el mundo que contengan tan rica fuente de vitamina C. Pero en el brócoli hay 90 mg de vitamina C en una porción de 100g, eso es 149 por ciento de las necesidades diarias de vitamina C de un vegetariano.

Además el brócoli contiene una importante fuente de fibra y calcio.
"El mejor escenario de cocción es al vapor", dijo Phillipson-Webb. "Se reduce considerablemente el contenido de nutrientes al hervir el brócoli. Así qué el vapor es definitivamente la mejor opción. De tres a cuatro minutos para maximizar los compuestos anti-cáncer".

El brócoli es increíblemente versátil, y hay muchas maneras de hacer que sea delicioso y poder incluirlo en la dieta de la familia. Las opciones incluyen ponerla en una ensalada, acompañando el arroz, en salsas, en sopas, etc.

Puedes crear diferentes maneras de platos utilizando el brócoli.
Independientemente de la base de la sopa, el brócoli se puede agregar a cualquier sopa de verduras mixtas, incluso borscht. Puede ser cortado en trozos pequeños y mezclarlos para hacer sopas de crema, también puede ser usado como grandes piezas decorativas, entre muchas variables más.

¡Es una verdura recomendada para usarla en tu dieta diaria!

3 JUGOS PARA BAJAR DE PESO


Los jugos para bajar de peso son aquellos qu están recién exprimidos, por lo que se trata de uno de los alimentos más nutritivos y completos que puedes incluir en la dieta, si deseas bajar de peso de manera natural y efectiva.

Estos jugos están elaborados a partir de alimentos que aumentan la combustión de las grasas y limpian el cuerpo desde adentro. Contienen sustancias bioactivas que también ayudan a la prevención de afecciones cardíacas, cerebrales y diferentes tipos de cáncer.

Son una excelente fuente de vitaminas y minerales, en especial de betacarotenos, vitamina C y potasio. Para que sean más eficaces, lo mejor es consumirlos recién hechos porque la vitamina C, al ponerse en contacto con el oxígeno, pierde algunas de sus propiedades.

1. Jugo de limón. Este fruto tiene la propiedad de alcalinizar el medio interno, lo cual trae como consecuencia la optimización de la actividad celular y el aumento de la quema de grasas.

2. Jugo de arándano. Los arándanos son frutas que poseen antioxidantes que aumentan la captación de grasas por parte de las células para su destrucción.

3. Jugo de alcachofas. Este vegetal te permite depurar el organismo, eliminado las grasas consumidas. Por esta razón, el organismo está obligado a quemar grasas para obtener energía.

Guía para tomar jugos para bajar de peso
1. En ayunas toma una infusión depurativa, como un jugo de piña con toronja, por ejemplo.

2. Al cabo de 30 minutos, bebe un vaso de jugo de arándano. Es importante beberlos poco a poco, ensalivando bien cada sorbo para  que te siente bien, que sacie tu apetito y te ayude, por tanto, a bajar de peso.

3. A media mañana puedes tomar otro vaso.

4. A mediodía puedes comer un plato de arroz integral con verduras, con una cucharadita de semillas de sésamo y un puñado de germen de soya. Es un plato nutritivo, completo y que a la vez también colaborará a bajar de peso. A media tarde tomar otro vaso de jugo de tu preferencia.

5. Por la noche toma uno o dos vasos más y una infusión depurativa antes de ir a dormir.

6. Te recomendamos también beber agua entre horas.
Otro de los beneficios de estos jugos es que reduce tu ansiedad por la comida, debido a que contienen un alto contenido en fibra y agua, que brinda un efecto saciante.
Recuerda que para aumentar el efecto quema grasa de estos jugos, debes incluirlos dentro de una dieta equilibrada y baja en calorías.

REFRIGERIOS SALUDABLES ANTES DEL EJERCICIO



Consumir algún refrigerio saludable antes del ejercicio físico puede aumentar la energía, resistencia, fuerza y la capacidad de disfrutar. Para hacerlo de una manera correcta, conoce los beneficios al organismo de comer previo a una rutina:

1. Evitar la hipoglucemia (bajo nivel de azúcar) con sus síntomas asociados: mareos, fatiga sin razón aparente, visión borrosa e indecisión, todos los cuales pueden impedir un rendimiento óptimo.

2. Ayudar a asentar el estómago, absorber los jugos gástricos y reducir la sensación de hambre.

3. Favorece la salud de los músculos, tanto con lo ingerido antes (que está almacenado en forma de glucógeno) como con lo que hemos tomado una hora antes del ejercicio.

4. Apacigua la mente al saber que el cuerpo está bien alimentado.

No obstante, muchos hacen ejercicio con el estómago vacío a propósito porque creen que hacer deporte sin comer nada antes mejora la quema de grasas. Sin embargo, podrás practicar deporte más intensamente y quemar más calorías si comes algo nutritivo antes de la actividad.

Cada persona tiene sus propias preferencias y aversiones en lo que a comida se refiere, por lo que ningún alimento o comida  garantizarán un rendimiento óptimo. Las opciones sobre qué comer antes de hacer ejercicio varían de persona a persona y de deporte a deporte, y no existe una alternativa correcta o incorrecta.

Se ha comprobado que muchos deportistas notan buenos resultados al consumir 1 gramo de carbohidrato por cada kilogramo de peso corporal, una hora antes de un ejercicio, o 4 gramos de carbohidrato por kilogramo de peso corporal cuatro horas antes.
Ingerir demasiadas proteínas y alimentos con alto contenido en grasa poco antes del ejercicio puede ocasionar problemas gastrointestinales. La mejor opción son alimentos ricos en carbohidratos y bajos en grasa, porque de esta forma sale rápidamente del estómago y está disponible para que los músculos lo utilicen.

Debemos entrenar nuestro sistema digestivo para que tolere la comida antes de hacer ejercicio. Podemos lograr esto empezando con una porción de carbohidrato pequeña, añadiendo gradualmente más cantidad, hasta que se pueda ingerir entre 200 a 300 calorías una hora antes del ejercicio y de acuerdo a las necesidades individuales de cada persona.
Por lo anterior, te damos cinco opciones saludables de refrigerio previo al ejercicio en la siguiente tabla:

Es vital la correcta hidratación, sobre todo para las personas que tienen un nivel de actividad física frecuente. Lo recomendado es consumir agua antes, durante y después del ejercicio debido a que la deshidratación aumenta el riesgo de padecer lesiones, y puede comprometer el rendimiento del ejercicio, principalmente cuando el clima es cálido y/o seco.


Ten presente que el comer antes del ejercicio no debe ocasionar ninguna molestia gastrointestinal, y como antes mencionamos, cada persona es diferente pudiendo ser vulnerable a ciertos alimentos. Acude con un nutriólogo si tienes dudas respecto a tu alimentación o a tus requerimientos nutricionales de acuerdo a tu composición corporal.