El azúcar es un alimento
saludable. Después de todo, no contiene grasa, da energía instantánea y mejora
el sabor de prácticamente cualquier comida. Pero todos estos atributos son
despedazados con un hecho fisiológico: el azúcar engorda. Este argumento puede
parecer determinante, pero al entender por qué, puedes minimizar el daño causado
por el azúcar creando un cuerpo resistente y saludable. Comer azúcar equivale a
activar un interruptor que le indica a tu cuerpo que es momento de almacenar
gordura. Y es que se encuentra en todos lados -no únicamente en los refrescos,
dulces y postres. Está disfrazado en carbohidratos refinados como en el pan, el
arroz, la pasta e incluso en la cerveza o la leche. Y tu cuerpo es incapaz de
notar la diferencia y rápidamente digiere y absorbe todos los azúcares en el
torrente sanguíneo en forma de glucosa. Esto significa que la mayoría de los
hombres consumen el equivalente a una dieta alta en azúcar, incluso cuando
hayan renunciado a lo dulce. Un ejemplo: durante la digestión, una rebanada de
pan blanco se convierte en glucosa con el equivalente a cuatro cucharadas de
azúcar.
Y aquí está lo que sucede: cada
vez que comes azúcar, el nivel de glucosa de tu sangre se eleva de manera
peligrosa. Como respuesta, se estimula la liberación de insulina, una poderosa
hormona que le indica a tu cuerpo que ya ha llegado el momento de almacenar
grasa.
También existe una dosis de
respuesta: mientras más azúcar consumas a cualquier hora, resultando en un gran
aumento de glucosa en la sangre y, por consecuencia, de insulina, tu cuerpo
permanecerá por más tiempo en el modo de engordar, almacenando grasa.
Desde luego, puede ser que no
estés listo para renunciar a los sandwiches, el arroz frito y el espaghetti.
Pero utiliza las estrategias que te presentamos a continuación y disminuirás la
tasa de azúcar absorbido por tu torrente sanguíneo. La recompensa: disminuirás
el impacto que cualquier comida tiene sobre tus niveles de glucosa -además de
la capacidad que tiene tu cuerpo para quemar grasa Considéralo como un control
nutricional de daños. Y los beneficios se extienden más allá de la fisiología o
del metabolismo de la grasa. Investigaciones demuestran que mantener los
niveles de glucosa a raya disminuye el riesgo de padecer diabetes, enfermedades
cardiacas y cáncer. Y esto no es parte de una exagerada publicidad llevada a
cabo por la industria de la mercadotecnia, sino una realidad científica.
EVITA LAS BARRAS DE GRANOLA
Científicos de la Universidad de
Ohio estudiaron los efectos de tres barras de energía que contienen variadas
cantidades de carbohidratos (baja, moderada y alta) en la glucosa de 20
personas. Si quieres un bocadillo conveniente, evita, sobre todo en el desayuno,
barras para mejorar tu desempeño -están llenas de azúcar. En su lugar, escoge
productos como los de Atkins Advantage, que contienen sólo 21 gramos de
carbohidratos.
EMPAPA TUS ENSALADAS CON VINAGRETA
En un estudio, investigadores
suecos observaron que cuando las personas consumían dos cucharadas de vinagre
con tres rebanadas de pan blanco, sus niveles de glucosa eran 23% menores que
cuando comían solamente el pan; además, se sentían más llenos. El crédito se lo
lleva el ácido acético, componente primario del vinagre, el aliño y los
productos encurtidos.
El consejo: pide una orden extra
de pepinillos en tus sandwiches e inicia una comida alta en carbohidratos con
una guarnición de ensalada mezclada con una base de aliño con vinagre, como
puede ser la vinagreta italiana. También puedes hacer tu propio condimento de
vinagre y aceite de aliño, batiendo lentamente dos cucharadas de aceite de
oliva en un tazón que contega dos cucharadas de vinagre rojo o blanco. Es
realmente sencillo.
PÍLDORA DE FIBRA
Investigadores taiwaneses
descubrieron recientemente que tomar 1.2 gramos de glucomannan -una fibra
soluble hecha a base de la raíz japonesa konjac- entre 30 y 40 minutos antes de
ingerir pan tostado blanco, te ayuda a reducir en un 28% la glucosa en la
sangre dos horas después, comparado con quienes no consumen ningún suplemento
de fibra.
Aún mejor, cuando las personas
toman la misma cantidad de glucomannan antes de cada comida tres veces al día,
reducen el colesterol maligno un 21% en únicamente cuatro semanas. Busca la
glucomannan en su forma natural; una porción contiene dos gramos de fibra, una
cantidad segura y efectiva para ser consumida de 15 a 30 minutos antes de
ingerir cualquier tipo de comida.
CUIDADO CON LA CAFEÍNA
Investigadores canadienses
descubrieron que los hombres que consumieron cafeína equivalente a 1 o 2 tazas
de café una hora antes de una comida rica en azúcares, posteriormente
experimentaban un aumento del 16% en los niveles de glucosa de la sangre,
comparados con quienes consumieron un placebo libre de cafeína. Un punto
importante: cuando no se encuentra emparejada con el azúcar, la cafeína
incrementa la tasa en que tu cuerpo quema grasa. Por lo tanto, en la medida de
lo posible, tómate el café pero sáltate las rosquillas, los bizcochos y las
galletas. Opta por comidas tipo desayuno, como huevos o frutas: tienen menor o
ningún efecto sobre la glucosa al interior del torrente sanguíneo.
En estudios, científicos suizos
administraron a hombres una dosis simple de 400 microgramos de picolinato de
cromo antes de una comida alta en carbohidratos. Subsecuentemente, los niveles
de glucosa en la sangre eran 23% más bajos que cuando hicieron la misma comida
pero sin recibir el suplemento del metal. Puedes intentarlo tú también, pero
asegúrate de que el nombre mineral incluya picolinato; el compuesto contiene la
dosis de cromo que tu cuerpo fácilmente puede utilizar. Y no intentes duplicar
la dosis: los investigadores encontraron que 800 microgramos no resultaban más
efectivos que 400.
DESPIÉRTATE CARGANDO FIERROS
Científicos de la Universidad de
Siracusa descubrieron que una sesión simple de levantamiento de pesas reduce en
un 15% el efecto de la glucosa en la sangre, producto de una comida rica en
azúcar, hasta 12 horas después del ejercicio. La razón más probable: el
ejercicio agota las reservas de combustible de los músculos (almacenadas en la
glucosa, conocida como glucógeno). Para asegurarte de que estés repleto de
energía para tu próximo ejercicio, tu cuerpo impulsa de inmediato cualquier
tipo de glucosa a tus músculos, donde se guardará para usos futuros, ayudando
así a reducir tus niveles de glucosa en la sangre. Por lo tanto, mientras los
niveles de glucógeno no hayan sido repuestos, lo que puede tomar muchas horas,
las comidas ricas en azúcares no serán dañinas. Y como los ejercicios aeróbicos
también requieren del glucógeno, puedes esperar un efecto similar luego de tu
sesión cardiovascular.
PRUEBA UN SUPLEMENTO NATURAL
Cuando investigadores de la
Universidad de Scranton administraron 1.500 mg de extracto de Phaseolus
Vulgaris (derivado de los frijoles de semilla blanca) a estudiantes
involucrados en un estudio antes de una comida rica en azúcares, el nivel de
glucosa en la sangre de los sujetos era 57% más baja dos horas después de la
ingesta, en comparación con los estudiantes que recibieron un placebo.
Mecanismo: la Phaseolus Vulgaris inhibe la enzima que colapsa los carbohidratos
rígidos en tus intestinos.
Fuente: Men’s Health