lunes, 9 de septiembre de 2013

EL AGUA PARA BAJAR DE PESO


Si tu meta es deshacerte de la grasa, evita deshidratarte. Tu primera opción es y debe ser siempre el agua, pero igual puedes recurrir a bebidas bajas en calorías o sin calorías. El que no te falten líquidos te puede ayudar de muchas maneras. Tomar un par de vasos de agua antes de comer reduce notablemente el hambre. 

Si, te mandará más veces al baño, pero eso es algo bueno. Con forme la grasa almacenada se moviliza, el cuerpo genera toxinas, las cuales tienden a acumularse en el cuerpo. Si eso ocurre, las toxinas generan mal aliento, fatiga e irritabilidad. Pero mientras más agua tomes, más se diluyen esas toxinas y abandonan el cuerpo con mayor rapidez. 
Si quieres mejorar esa acción depurativa, disuelve en el agua un poco de clorofila. La clorofila purifica y actúa como un desodorante interno.

Por último toma en cuenta que la sed es uno de tus peores enemigos cuando estas adelgazando. Con frecuencia la sensación de sed se confunde con el hambre y para saciarla muchas veces se consumen alimentos en lugar de líquidos. 
A veces el subconsciente busca el agua que ofrecen algunos alimentos caldosos o jugosos. Pero si satisfacernos así la sed, junto con el gua recibiremos una buena cantidad de calorías en forma de azúcares, grasas o harinas. En cambio, si permanecemos bien hidratados no habrá oportunidad de confundir sed con hambre.

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