El cáncer de piel más grave de todos,
conocido como melanoma, está aumentando en el mundo entero. Paradójicamente, su
incidencia más alta en los adolescentes en Estados Unidos se ha presentado en lugares
donde los rayos ultravioleta (UV) son bajos. La culpa de este aumento se debe,
parece ser, al uso de camas bronceadoras y otros métodos artificiales que usan
este tipo de rayos.
Durante la adolescencia, los jóvenes
piensan que van a vivir para siempre, o sea, que no son mortales. También
tienen una necesidad muy fuerte de verse guapos y atraer al sexo opuesto.
Piensan que estar bronceados(as) los hará llamar la atención. Por eso, ya sea
que vivan en una ciudad de playa o en ciudades frías e invernales, harán lo que
sea para lograr una piel canela.
Sin embargo, exponerse al sol tiene sus
riesgos, al igual que abusar de los métodos para lograr un bronceado artificial
con camas y lámparas que irradian rayos ultravioleta (UV). De ahí, tal vez, que
exista ahora un aumento significativo del melanoma entre los adolescentes,
especialmente en las mujeres jóvenes.
El melanoma es el cáncer de la piel más
agresivo de todos, y se desarrolla en los melanocitos, o las células que
producen el pigmento de la piel. Este tipo de cáncer en la piel puede formarse
también en los ojos, las uñas y en raras ocasiones, incluso en los órganos
internos como los intestinos.
De acuerdo a la Organización Mundial de
la Salud, cada año a nivel mundial entre 2 a 3 millones de personas se ven
afectadas con diferentes tipos de cáncer de la piel (que incluyen 132,000 casos
de melanomas y otros que no son melanomas). De acuerdo a las estadísticas de la
Fundación del Cáncer de la Piel, uno de cada tres cánceres que se diagnostican
es un cáncer de la piel y entre los estadounidenses, uno de cada 5,
desarrollará un cáncer en la piel en el transcurso de su vida.
Cada año, desde 1970, el riesgo del
melanoma en los adolescentes ha aumentado en un 2% en ambos sexos. Las razones
no son claras del todo. Durante el período comprendido entre 1973 y 2009, unos
epidemiólogos del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos,
identificaron 1,317 casos de melanoma en pacientes menores de 19 años. La
mayoría de los afectados, son adolescentes con piel blanca –un total de 1,230.
Llama la atención que el melanoma es
casi dos veces más frecuente en las chicas que en los chicos. 61% de los casos
se presentaron en ellas, y 39% en ellos. Además, este análisis descubrió que el
riesgo del melanoma aumenta con la edad. La mayoría de los casos analizados se
presentaron en los adolescentes entre los 15 y los 19 años de edad, y sólo el
8% se presentó en los niños menores de 9 años.
En el caso de los chicos adolescentes,
los casos de melanoma se presentaron en áreas del cuerpo como la cara y el
tronco, mientras que en las chicas adolescentes, la mayoría de los casos fueron
en las piernas y las caderas. Si bien
estas áreas se exponen al sol, el estudio encontró que la exposición al sol no
fue el factor principal que causó este tipo de cáncer. Se observó que el mayor
número de casos de melanoma se presentó en áreas geográficas con baja
exposición a los rayos UV y no tanto en las áreas de mayor exposición como
California o Hawaii.
Por esta razón, la investigación sugiere
que el aumento de casos de melanoma puede deberse a que hay muchos más lugares
que ofrecen bronceado artificial. Además, esto explicaría por qué en las chicas
adolescentes ha habido más casos, pues ellas son más propensas a visitar los
lugares con camas bronceadoras que los chicos. También es probable que la razón
por la cual se han diagnosticado más casos es que existe una mayor consciencia
sobre el melanoma.
Estar atentos a los síntomas del cáncer
de la piel más agresivo de todos, es muy importante. Por eso, mantente alerta
si notas cualquier cambio en un lunar existente o si desarrollas un nuevo
pigmento o abultamiento en tu piel.
No está de más recordarte que lo que más
aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de la piel es abusar del sol,
especialmente, si no se usa protección solar. Así que si adoras la playa y/o la
piscina o pasas mucho tiempo al aire libre, siempre protege tu piel con un
protector que contenga un factor de protección solar de 15 o más, usa sobreros
y ropa que cubra tu piel.
Si notas cualquier anormalidad en tu
piel consulta con tu médico (idealmente un dermatólogo), pues más vale
detectarlo temprano. Si se encuentra un melanoma, frecuentemente una cirugía
para removerlo es suficiente, pero si se ha diseminado a otras partes del
cuerpo (metástasis) el tratamiento podría incluir quimioterapia o radiación.
Por eso, es mejor prevenir que curar. No
pienses que porque eres joven, eres inmune al cáncer de la piel (incluido el
melanoma). ¡Protégete!
Fuente: Vida y Salud
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