No es de extrañar que los padres
necesiten ayuda para entender qué significa comer de forma saludable. Desde la
pirámide de los alimentos hasta la última grasa alimenticia, el alud de
información existente sobre este tema puede desorientar bastante. La buena
noticia es que usted no necesita graduarse en nutrición para criar hijos sanos.
Siguiendo algunos recomendaciones básicas, usted puede crear un entorno
doméstico que fomente la alimentación saludable y el mantenimiento de un peso
saludable.
He aquí 10 normas básicas a seguir:
1.- Los padres son quienes controlan las
líneas de abastecimiento. Son ustedes quienes deciden qué alimentos se compran
en su casa y cuándo se sirven. Aunque es de esperar que los niños den la lata a
sus padres para que les dejen comer alimentos menos nutritivos, son los adultos
quienes deciden qué alimentos entran en casa. Los niños no se quedarán con
hambre porque en su casa no hay lo que más les apetece comer. Comerán lo que
haya en los armarios y la nevera. Si el tentempié favorito de su hijo no tiene
nada de nutritivo, aún y todo, usted puede comprárselo de vez en cuando para
que no se atiborre de ese alimento en cuanto caiga en sus manos.
2.- De los alimentos que ofrezca a su
hijo, déjele elegir lo que quiere comer o si quiere comer. Los niños también
deben tener voz y voto en el asunto. De la selección de alimentos que ofrezca a
su hijo, déjele elegir lo que quiera comer y la cantidad que quiera comer. Tal
vez le parezca que esto es darle demasiada libertad. Pero, si usted sigue la
primera recomendación de esta lista, su hijo solamente podrá elegir entre los
alimentos saludables que usted ha decidido comprar y preparar.
3.- Olvídese de la máxima de "dejar
el plato limpio". Permita que su hijo acabe de comer cuando sacie su
apetito. Muchas de las personas que ahora son padres se educaron con la máxima
del plato limpio, pero este enfoque no ayuda a los niños a escuchar a su cuerpo
para saber cuándo han comido suficiente. Si un niño aprende a reconocer la
sensación de saciedad y a reaccionar en consonancia, es menos probable que coma
más de lo que debería.
4.- Empiece pronto. Las preferencias
alimentarias se adquieren muy pronto en la vida, de modo que empiece pronto a
ofrecerle a su hijo un amplio abanico de alimentos. Los gustos y los desagrados
relacionados con la alimentación se empiezan a desarrollar durante la
lactancia. Así mismo, es posible que necesite darle a probar un alimento nuevo
a su hijo en varias ocasiones antes de que lo acepte. No le fuerce a comer,
limítese a ofrecerle unos pocos bocados del alimento que desea introducir en su
dieta.
5.- Reescriba el menú infantil típico.
Cuando salgan a comer fuera de casa, deje que su hijo pruebe platos nuevos. Tal
vez le sorprenda su deseo de experimentar. Puede empezar dejándole probar un
poquito de lo que ha pedido usted o pidiendo una tapita o ración reducida para
que la pruebe.
6.- Las calorías de las bebidas también
cuentan. Los refrescos con gas y otras bebidas edulcoradas suman calorías y se
interponen en el camino de la alimentación saludable. El agua y la leche son
las mejores bebidas para los niños. El zumo está bien cuando es al 100%, aunque
los niños no necesitan beber mucho zumo. Con 115 a 170 ml diarios -de 4 a 6
onzas- basta para un preescolar.
7.- Ponga los dulces en su sitio. Está
bien tomar dulces de vez en cuando, pero no convierta el postre en el plato más
deseado de las comidas. Cuando el postre se convierte en el premio por haberse
comido bien la cena, es normal que los niños den más valor al pastelito que al brócoli.
Intente mantener una actitud neutra hacia los alimentos.
8.- No confunda la comida con el cariño
Encuentre formas mejores de decir "Te quiero". Cuando se utiliza la
comida para recompensar a los niños y/o para mostrarles afecto, los niños
pueden empezar a utilizarla como mecanismo para afrontar el estrés u otras
emociones negativas. En vez de recompensar a su hijo con sus manjares
preferidos, abrácelo, elógielo y préstele atención.
9.- Los niños hacen los que hacen sus
padres. Sea un buen ejemplo para su hijo comiendo de forma
saludable. La mejor
forma de enseñar buenos hábitos alimentarios a su hijo es comiendo bien. Tome
tentempiés nutritivos, coma en la mesa y no se salte comidas.
10.- Limite el tiempo de televisión y
ordenador. De este modo, evitará que su hijo pique mecánicamente mientras está
delante de una pantalla y fomentará en él la actividad física. Las
investigaciones han demostrado que los niños que reducen las horas de
televisión también reducen su porcentaje de grasa corporal. Cuando se les
limita el tiempo de televisión y ordenador, los niños encuentran formas más
activas de pasar el tiempo. Y, si la familia al completo limita el tiempo que
pasan delate de cualquier tipo de pantalla, tendrán más tiempo para estar
activos juntos.
Fuente: Kids Health
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