miércoles, 18 de diciembre de 2013

BAJA EL INTERRUPTOR DE LA GORDURA

El azúcar es un alimento saludable. Después de todo, no contiene grasa, da energía instantánea y mejora el sabor de prácticamente cualquier comida. Pero todos estos atributos son despedazados con un hecho fisiológico: el azúcar engorda. Este argumento puede parecer determinante, pero al entender por qué, puedes minimizar el daño causado por el azúcar creando un cuerpo resistente y saludable. Comer azúcar equivale a activar un interruptor que le indica a tu cuerpo que es momento de almacenar gordura. Y es que se encuentra en todos lados -no únicamente en los refrescos, dulces y postres. Está disfrazado en carbohidratos refinados como en el pan, el arroz, la pasta e incluso en la cerveza o la leche. Y tu cuerpo es incapaz de notar la diferencia y rápidamente digiere y absorbe todos los azúcares en el torrente sanguíneo en forma de glucosa. Esto significa que la mayoría de los hombres consumen el equivalente a una dieta alta en azúcar, incluso cuando hayan renunciado a lo dulce. Un ejemplo: durante la digestión, una rebanada de pan blanco se convierte en glucosa con el equivalente a cuatro cucharadas de azúcar.

Y aquí está lo que sucede: cada vez que comes azúcar, el nivel de glucosa de tu sangre se eleva de manera peligrosa. Como respuesta, se estimula la liberación de insulina, una poderosa hormona que le indica a tu cuerpo que ya ha llegado el momento de almacenar grasa.

También existe una dosis de respuesta: mientras más azúcar consumas a cualquier hora, resultando en un gran aumento de glucosa en la sangre y, por consecuencia, de insulina, tu cuerpo permanecerá por más tiempo en el modo de engordar, almacenando grasa.
Desde luego, puede ser que no estés listo para renunciar a los sandwiches, el arroz frito y el espaghetti. Pero utiliza las estrategias que te presentamos a continuación y disminuirás la tasa de azúcar absorbido por tu torrente sanguíneo. La recompensa: disminuirás el impacto que cualquier comida tiene sobre tus niveles de glucosa -además de la capacidad que tiene tu cuerpo para quemar grasa Considéralo como un control nutricional de daños. Y los beneficios se extienden más allá de la fisiología o del metabolismo de la grasa. Investigaciones demuestran que mantener los niveles de glucosa a raya disminuye el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiacas y cáncer. Y esto no es parte de una exagerada publicidad llevada a cabo por la industria de la mercadotecnia, sino una realidad científica.

EVITA LAS BARRAS DE GRANOLA
Científicos de la Universidad de Ohio estudiaron los efectos de tres barras de energía que contienen variadas cantidades de carbohidratos (baja, moderada y alta) en la glucosa de 20 personas. Si quieres un bocadillo conveniente, evita, sobre todo en el desayuno, barras para mejorar tu desempeño -están llenas de azúcar. En su lugar, escoge productos como los de Atkins Advantage, que contienen sólo 21 gramos de carbohidratos.

EMPAPA TUS ENSALADAS CON VINAGRETA
En un estudio, investigadores suecos observaron que cuando las personas consumían dos cucharadas de vinagre con tres rebanadas de pan blanco, sus niveles de glucosa eran 23% menores que cuando comían solamente el pan; además, se sentían más llenos. El crédito se lo lleva el ácido acético, componente primario del vinagre, el aliño y los productos encurtidos.
El consejo: pide una orden extra de pepinillos en tus sandwiches e inicia una comida alta en carbohidratos con una guarnición de ensalada mezclada con una base de aliño con vinagre, como puede ser la vinagreta italiana. También puedes hacer tu propio condimento de vinagre y aceite de aliño, batiendo lentamente dos cucharadas de aceite de oliva en un tazón que contega dos cucharadas de vinagre rojo o blanco. Es realmente sencillo.

PÍLDORA DE FIBRA
Investigadores taiwaneses descubrieron recientemente que tomar 1.2 gramos de glucomannan -una fibra soluble hecha a base de la raíz japonesa konjac- entre 30 y 40 minutos antes de ingerir pan tostado blanco, te ayuda a reducir en un 28% la glucosa en la sangre dos horas después, comparado con quienes no consumen ningún suplemento de fibra.
Aún mejor, cuando las personas toman la misma cantidad de glucomannan antes de cada comida tres veces al día, reducen el colesterol maligno un 21% en únicamente cuatro semanas. Busca la glucomannan en su forma natural; una porción contiene dos gramos de fibra, una cantidad segura y efectiva para ser consumida de 15 a 30 minutos antes de ingerir cualquier tipo de comida.

CUIDADO CON LA CAFEÍNA
Investigadores canadienses descubrieron que los hombres que consumieron cafeína equivalente a 1 o 2 tazas de café una hora antes de una comida rica en azúcares, posteriormente experimentaban un aumento del 16% en los niveles de glucosa de la sangre, comparados con quienes consumieron un placebo libre de cafeína. Un punto importante: cuando no se encuentra emparejada con el azúcar, la cafeína incrementa la tasa en que tu cuerpo quema grasa. Por lo tanto, en la medida de lo posible, tómate el café pero sáltate las rosquillas, los bizcochos y las galletas. Opta por comidas tipo desayuno, como huevos o frutas: tienen menor o ningún efecto sobre la glucosa al interior del torrente sanguíneo.

AGREGA METAL A TU DIETA
En estudios, científicos suizos administraron a hombres una dosis simple de 400 microgramos de picolinato de cromo antes de una comida alta en carbohidratos. Subsecuentemente, los niveles de glucosa en la sangre eran 23% más bajos que cuando hicieron la misma comida pero sin recibir el suplemento del metal. Puedes intentarlo tú también, pero asegúrate de que el nombre mineral incluya picolinato; el compuesto contiene la dosis de cromo que tu cuerpo fácilmente puede utilizar. Y no intentes duplicar la dosis: los investigadores encontraron que 800 microgramos no resultaban más efectivos que 400.

DESPIÉRTATE CARGANDO FIERROS
Científicos de la Universidad de Siracusa descubrieron que una sesión simple de levantamiento de pesas reduce en un 15% el efecto de la glucosa en la sangre, producto de una comida rica en azúcar, hasta 12 horas después del ejercicio. La razón más probable: el ejercicio agota las reservas de combustible de los músculos (almacenadas en la glucosa, conocida como glucógeno). Para asegurarte de que estés repleto de energía para tu próximo ejercicio, tu cuerpo impulsa de inmediato cualquier tipo de glucosa a tus músculos, donde se guardará para usos futuros, ayudando así a reducir tus niveles de glucosa en la sangre. Por lo tanto, mientras los niveles de glucógeno no hayan sido repuestos, lo que puede tomar muchas horas, las comidas ricas en azúcares no serán dañinas. Y como los ejercicios aeróbicos también requieren del glucógeno, puedes esperar un efecto similar luego de tu sesión cardiovascular.

PRUEBA UN SUPLEMENTO NATURAL
Cuando investigadores de la Universidad de Scranton administraron 1.500 mg de extracto de Phaseolus Vulgaris (derivado de los frijoles de semilla blanca) a estudiantes involucrados en un estudio antes de una comida rica en azúcares, el nivel de glucosa en la sangre de los sujetos era 57% más baja dos horas después de la ingesta, en comparación con los estudiantes que recibieron un placebo. Mecanismo: la Phaseolus Vulgaris inhibe la enzima que colapsa los carbohidratos rígidos en tus intestinos.


Fuente: Men’s Health


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