Cada vez que comes un rico bocadillo o bebes un trago de
jugo o zumo de frutas, tu cuerpo empieza a trabajar para procesar las
sustancias nutritivas que acabas de ingerir. Ese proceso es el metabolismo, y a
través de él tu cuerpo recibe energía y el combustible que necesita para vivir.
Aquí te damos algunos consejos para activarlo y hacerlo más eficiente. Aprende
a acelerar tu metabolismo.
Cada vez que lees un artículo sobre dieta o nutrición
mencionan al metabolismo. Pero, ¿sabes
exactamente en qué consiste? Pues se trata de las reacciones químicas que
suceden en las células de tu cuerpo que transforman o convierten las sustancias
nutritivas de los alimentos en la energía que necesitas para vivir, no sólo
para moverte y pensar, sino inclusive estando en reposo. Necesitamos energía
para la respiración, la digestión, la fabricación de la masa muscular, el
almacenamiento de la grasa, la circulación de la sangre…. La energía que no se
utiliza, se “guarda” en el cuerpo en forma de grasa.
El metabolismo basal es el consumo mínimo de energía que
requiere el cuerpo para vivir cuando está en reposo. Este consumo mínimo varía
de persona a persona. El metabolismo basal es el responsable de que dos individuos
con actividades y dietas iguales no tengan el mismo peso.
La tasa metabólica es la velocidad en que el organismo
utiliza la energía disponible (o quema las calorías). En general, mientras más
músculo y menos grasa tenga tu cuerpo, más rápida es tu tasa metabólica. Los
hombres suelen tener una tasa metabólica más alta que las mujeres, ya que el
cuerpo femenino tiene más grasa y menos músculo que el masculino. Pero el sexo
no es lo único que determina la tasa metabólica. Tu herencia genética es importantísima
(las personas que tienen un metabolismo rápido no engordan por mucho que coman,
mientras que a las que tienen un metabolismo lento les es difícil perder o
bajar de peso). También cuenta tu estilo de vida, en especial la dieta que
llevas y tu actividad física. Además, a partir de los 40 años, la tasa
metabólica tiende a hacerse más lenta, porque se pierde masa muscular.
¿Sabes qué órgano del cuerpo regula el metabolismo? La
tiroides, porque produce hormonas que influyen en casi todos los aspectos del
funcionamiento del cuerpo: la rapidez o la lentitud con las que queman las
calorías, la creación de proteínas, el almacenamiento de grasa, etc. Por eso,
los trastornos de la tiroides pueden provocar problemas del metabolismo.
Cuando el metabolismo es rápido, la grasa no tiende a
almacenarse en el cuerpo y la persona no engorda. Cuando es lento, la grasa se
almacena y la persona engorda.
Veamos ahora los factores que aceleran tu metabolismo. Si
tu metabolismo es lento, hay varias cosas que pueden acelerarlo:
Haz ejercicios. Tu cuerpo está constantemente quemando
calorías, aunque esté en reposo. Pero aun en momentos de descanso, la tasa
metabólica es más alta en las personas con más masa muscular. Los ejercicios
con pesas, que aumentan la masa muscular, son especialmente efectivos.
Bebe agua. El cuerpo necesita agua para quemar calorías.
Si estás deshidratada (o), tu metabolismo se hace más lento. Trata de beber
varios vasos de agua al día.
En vez de comidas abundantes y espaciadas, ingiere
comidas pequeñas varias veces al día. Pero asegúrate de no ingerir menos de
1,200 calorías al día, o se haría más lenta tu tasa metabólica
Sazona tus comidas con ingredientes picantes. Una
cucharada de ají (chile) picante rojo o verde triturado, por ejemplo, acelera
temporalmente tu tasa metabólica.
Tu cuerpo quema más calorías cuando hace la digestión de
proteínas que cuando digiere grasas o carbohidratos. Come alimentos ricos en
proteína (carne de res magra, pescado, pavo, pechuga de pollo, tofu, nueces,
frijoles, huevos, productos lácteos bajos en grasa).
Aunque por corto tiempo y tomado con moderación, el café
acelera la tasa metabólica. Una taza de café por la mañana es como una
inyección que aumenta tu energía y tu poder de concentración.
También el té verde aumenta la tasa metabólica por un par
de horas. Beber de dos a cuatro tazas al día hace que el cuerpo queme un 17%
más calorías de lo normal.
Evita las dietas relámpago (menos de 1,200 calorías al
día). Estas dietas te ayudan a bajar de peso (a veces a expensas de una buena
nutrición), pero esa pérdida de peso proviene de la masa muscular. Y recuerda
que mientras menor sea tu masa muscular, más lento es tu metabolismo.
Aunque es cierto que los genes, el sexo y la edad tienen
gran importancia en la tasa metabólica y no te es posible cambiar esos
factores, sí puedes influir en ella poniendo en práctica los consejos
anteriores. Y, sobre todo, mantente activo(a), haz ejercicio. Si estás ocho
horas sentado(o)a detrás de una computadora en el trabajo, ocho horas durmiendo
y tres horas sentado(a) mirando la televisión, es difícil que tu metabolismo
cambie. Aparte de la actividad de la vida diaria, ¡muévete! Camina, corre,
baila, ve al parque a jugar con los niños… Cualquier actividad que te ponga en
movimiento te ayuda a crear masa muscular, y a convertir tu cuerpo en una
máquina para quemar calorías. Y eso, definitivamente, acelera tu metabolismo.
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